COMO CONVIVEN UN GATO PERSA Y UN MASTÍN NAPOLITANO EN BELGRANO

Como es sabido muchos hogares tienen perros y gatos que conviven de manera pacífica y en algunos casos hasta son grandes amigos.
Pero no es el caso de Quica, una aristocrática gata persa de Belgrano que vivía muy cómodamente con sus padres humanos, y a la cual le trajeron un nuevo hermanito a la casa, Timoteo, un poderoso Mastin Napolitano con un hermoso y tupido Pelo entre marrón y Gris que se encargo de desbaratar su tranquila existencia.
Sus padres humanos no habían pensado que la adaptación podría ser tan difícil, lo que sucedió es que ambos animales sufrieron varios meses de stress, hasta que pudieron dar con un veterinario preparado en adaptación animal, que los ayudo a lentamente mejorar ese vínculo.
Lo que sucedió es que la falta de conocimientos sobre los periodos de adaptación y planificación previos a la llegada de una nueva mascota a tu hogar hicieron de Quica una experiencia estresante y de Timoteo una poco cálida bienvenida a su nuevo hogar. Sumamos a esto que el periodo en el cual le presentamos a nuestra actual mascota el nuevo integrante de la familia también debemos tomar nuestras medidas.
Este tipo de interacciones sin preparación pueden ser incluso peligrosas, sobre todo para el gato, algunos perros no han tenido nunca contacto con un gato, y no saben como comportarse, otros incluso los ven como presa y los persiguen, que como se pueden imaginar, no es un buen primer paso para una relación a largo plazo. Vamos a ver en las siguientes recomendaciones como podemos proceder para que no nos suceda lo de Quica y Timoteo y que podamos llevar adelante una adaptación feliz.
Comenzar a sociabilizar, Cuanto antes es Mejor
Sin importar sus roles predeterminados como adversarios naturales, Algunos perros y gatos pueden volverse mejores amigos. Si quieres que tu perro y tu gato se lleven bien qué ideal sería que tú cachorro comienza a socializar con gatos durante su periodo sensible que es A partir de la tercera semana.
para los gatos lo ideal sería entre las 2 y 7 semanas de vida por lo que existe el mejor momento para exponer los perros ( de manera segura, por supuesto) . En general, las mascotas que acceden a una temprana sociabilización, en un futuro, tendrán menos problemas o ninguno para adaptarse a la convivencia con un perro o gato, y esto es debido a las primeras interacciones positivas que hemos logrado.

Comenzar con la pata derecha
Independientemente de la edad de tus mascotas o del nivel de socialización, al momento de introducir al nuevo miembro de la familia debemos tomar precauciones. Este período puede durar desde unas pocas horas hasta incluso días o semanas. Esto dependerá de la personalidad, temperamento, crianza y características propias de cada una de tus mascotas.
Como normalmente el perro suele ser la mayor amenaza de los dos ( salvo en el caso de los cachorros), es importante que en estos primeros encuentros tenga su Correa y su collar, y que lo hayas acostumbrado a utilizarlo ya sea por entrenamiento o paseos diarios, A su vez debería estar acostumbrado a recibir órdenes como sentarse o estar tranquilo.
Si tu nueva mascota es un gato, ten en cuenta que ellos suelen percibir mucho mas el ambiente, el sonido, aromas, etc. Por eso es recomendable que los separes en lo posible y le des su propio lugar con su cama y su comida para aclimatarlo y que se sienta en sus propios términos, ya que es como ellos prefieren realizar las cosas.
Cómo presentar a tu gato con un perro nuevo
Lo primero que debes hacer, que es como deberían haber facilitado a Quica sus padres, es otorgarle múltiples salidas y escapes a tu gato de potenciales ataques, estanterías fuera del alcance de tu perro, puertas, ventanas o sillones elevados donde el pueda sentirse cómodo.
Luego debes llevar a tu perro con correa, y no permitas que se lance sobre el gato. En lo posible deja que el gato sea el primero en realizar el movimiento, ya sea que se mueva hacia tu perro o que se distancie de el. Observa la reacción de tu perro, si notas tensión, agresividad, le ladre o le gime o quiere abalanzarse sobre el, significa que esta aplicando su instinto cazador y debemos buscar otra forma de presentarlos.
Si el perro parece tranquilo, aléjalo del gato y quitale la correa con precaución, busca distraerlo, con un juguete, o con ordenes sencillas como sentarse o dar la pata, lo que estamos buscando es que se enfoque en ti y no en el gato, recompénsalo cuando se enfoque en ti con un premio o un paseo para que sepa que esta en el camino correcto. Evita que tu perro acorrale a tu gato en todo momento.
Cómo presentar a tu perro con un gato nuevo
Una vez que hayas decidido que espacio le darás al nuevo gatito, y el conozca su “zona segura”, con su caja de arena, ropa, juguetes, poste para rascar, comida y agua y un lugar para esconderse, y todas las cosas que le pertenezcan. El estará en condiciones de aventurarse y explorar el resto de la casa.
Te recomiendo que lleves directamente al gato a su nueva zona, y cierres la puerta de esa habitación si es posible o formes un cerco en el area que le asignaste, para que tu perro no trate de investigar de inmediato. A medida de que se sienta cómodo allí, puedes dejar la puerta abierta poniendo las puertas para bebes o limitando el acceso de tu perro, esto le permitirá salir e ingresar cuando el lo considere, y a su vez se sentirá protegido pero no aislado.
Presenta a los demás miembros humanos del hogar al gatito, lo ideal es que esto ocurra cuando se aventure a investigar por su cuenta. Intenta que el ambiente este tranquilo, y con bajos niveles de stress, para no asustar o estresar aún más al gatito.
Lo ideal, es que el gato se familiarice con el perro en sus propios términos, no esperes que esto sea un proceso rápido, puede demorar incluso meses, intenta no forzar la interacción y dale sus tiempos.
¿Y Si el plan no Funciona? Cambiamos el Plan, pero no la Meta
Incluso cuando hicimos todo bien, no hay garantía de que tu perro y tu gato se conviertan en amigos al instante. Si no se llevan bien, puedes intentar volver a familiarizarlos poco a poco en un ambiente neutral, con tu gato con acceso a su habitación segura y tu perro bajo el control de su correa. Si ambas mascotas están tranquilas, recompénsalas con su premio favorito y atención positiva.
Repite esto con frecuencia para lograr disminuir poco a poco la distancia física entre ellos y aumentar la cantidad de tiempo que pasan juntos. El objetivo es llevarlos a un punto donde puedan coexistir en paz.
A medida que tu perro se familiarice más con tener un gato cerca, podría perder el interés por su presencia. Lo que deberías realizar a continuación es permitir interacciones supervisadas.
Si notas signos de agresión de tu perro hacia tu gato, o tu gato muestra signos de stress cuando esta cerca de tu perro, deberás separarlos un tiempo antes de volver a intentarlo. Puedes consultar a un profesional que te ayudara seguramente a superar este periodo.
En algunos casos terminaran ignorándose mutuamente, o en casos extremos deberás encontrar un hogar al perro o gato nuevo. Pero También debemos decir, que en numerosos casos los gatos y los perros se llevan bien desde el principio luego de un breve periodo de adaptación, ¡así que a poner en marcha ese plan y éxitos!
Escrito por Raul del Team Barki
Fuentes
Dra Karen Becker, Veterinaria Holistica.
Juan Pablo y Belen los papas de Quica y Timoteo ¡ Gracias por compartir su Historia!
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